Construido en España en el siglo XII, el monasterio fue el hogar de los monjes cistercianos por más de 700 años. En 1925, William Randolph Hearst compró, desmanteló y trajo el edificio a los Estados Unidos, donde se mantuvo sin ensamblar hasta 1964. Hoy día este monasterio es una de las atracciones más populares de la ciudad de Miami para toda la familia. |