Considerado el principal salón de bolos de primer nivel de Estados Unidos, Lucky Strike Lanes abrió un local en Miami, dirigido por el mismo equipo que lanzó el primer club nocturno de patines allá por los gloriosos días de la música disco. El salón está dividido en un sector de zona de juego, un sector de restaurante y bar y un sector de galería de arte, con obras proyectadas a través de enormes pantallas de vídeo al final de cada una de las pistas. Dispone de un menú con platos deliciosos.